En el Time Trial de Bologna, nos enfrentamos a una prueba de fuego de 8 km con un desnivel considerable de 236 m, un escenario que separa a los valientes de los meros mortales sobre dos ruedas. Recordemos que en pruebas contrarreloj, cada ciclista es un lobo solitario enfrentando el crono, sin ruedas que seguir ni refugio contra el viento. Aquí, el verdadero enemigo es uno mismo y el implacable tic-tac del reloj.

El trazado inicia en la emblemática Piazza Maggiore, recorriendo calles adoquinadas que son un verdadero baile para las bicicletas, hasta enfrentar la subida que comienza en el Arco del Meloncello. Los ciclistas sentirán que vuelven a la época medieval, algo así como cuando yo competía en los 90, aunque con menos cascos de cuero y más fibra de carbono.

Análisis estratégico por tipo de ciclista:

1. Contrarrelojistas puros (como Cesar Pereira): Con un FTP de 414w y 4.8 w/kg, Pereira es el candidato ideal para dominar tanto las secciones planas como las subidas. Su estrategia deberá ser mantener un ritmo alto pero sostenible en los primeros kilómetros y luego apretar en la subida, aprovechando cada watt de potencia para distanciarse de sus rivales.

2. Escaladores (como Daniel Pink): Con 5.1 w/kg, Pink puede no tener el FTP más alto, pero su relación peso-potencia es crucial en la subida. Deberá conservar energía durante el inicio plano y luego darlo todo en la subida, donde su ligereza y potencia relativa le darán ventaja.

3. Rodadores (como Abel Rincón): Con un FTP de 261w y 4.0 w/kg, Rincón necesita maximizar su eficiencia en la parte plana y mantener un ritmo constante en la subida, usando su habilidad para rodar a alta velocidad sin desfallecer.

La clave para todos será gestionar la energía: arrancar demasiado fuerte es como aquel Tour del 91, donde aprendí que la paciencia paga más que la bravuconería. Aquí, cada segundo cuenta, y la diferencia está en conocer y dominar el propio ritmo.

Momentos clave:

• Arco del Meloncello: Aquí empieza el verdadero desafío, el punto donde los escaladores intentarán hacer la diferencia y los contrarrelojistas deberán defenderse con uñas y dientes.
• Segundo viraje a la derecha y paso bajo el arco de piedra: Momento crítico para tomar un segundo aire y prepararse para el sprint final.
• Vista del Santuario de la Madonna di San Luca: Aquí ya hueles la meta, es hora de darlo todo, un sprint final donde hasta el último watt de potencia cuenta.

Predicciones: Dada la naturaleza brutal del recorrido y las características de los ciclistas, apuesto por un podio con Cesar Pereira liderando, gracias a su potente FTP y buen manejo en subidas. Daniel Pink podría sorprender en la subida y arrebatar alguna posición si logra mantenerse cerca en la parte plana. Atamino, con su balance entre potencia y peso, también es un candidato sólido para estar entre los primeros.

En resumen, esta carrera es una mini epopeya, una mezcla de fuerza bruta y táctica fina. Como en aquel Tour del 95, no es tanto sobre quien tiene las piernas más fuertes, sino quien juega mejor sus cartas en el momento adecuado. ¡Que comience el baile!