En la ruta "Queen's Highway After Party", que presenta un recorrido de 17.2 km con 259 m de desnivel, nos encontramos con un escenario que demanda tanto fuerza como astucia. Parece que fue ayer cuando yo, en mis días de gloria, enfrenté etapas similares, donde cada ascenso y cada curva podían ser decisivos. Aquellos momentos en los que la calma y la estrategia eran tan importantes como las piernas.

La carrera comienza con un lead-in de 2.4 km antes de entrar en la verdadera prueba: el circuito de Queen’s Highway. Los ciclistas deberán mantenerse alerta y bien posicionados desde el inicio, especialmente al acercarse a los segmentos de sprint y KOM que son cruciales. Recordemos que el sprint es largo y en subida, un terreno que separará rápidamente a los rodadores fuertes de los sprinters puros.

Para los escaladores, como nuestro perfilado Pablo, la estrategia debería centrarse en hacer la diferencia en los tramos de subida, especialmente en el Yorkshire KOM Reverse, que es decisivo y se presenta casi al final de la carrera. Mantener un ritmo alto pero sostenible y atacar cerca de la cima podría ser una jugada maestra, similar a cuando yo atacaba en los Pirineos, buscando siempre ese punto de ruptura en mis rivales.

Los sprinters, como Mr. Byrd, deberán aprovechar el largo sprint en Kent Road. Este tramo requiere potencia y resistencia, dada su extensión y pendiente. En mis días, yo prefería mantenerme cerca de los mejores sprinters, controlando el esfuerzo y esperando el momento justo para avanzar. Un buen posicionamiento antes de este segmento es crucial, y un esprint bien cronometrado podría hacer la diferencia.

Para los rodadores y contrarrelojistas, mantener un ritmo fuerte y constante en el llano y minimizar las pérdidas en las subidas es clave. Deberán aprovechar cualquier momento de descenso o terreno plano para recuperarse y prepararse para los esfuerzos intensos. Un ejemplo de esto era cómo gestionaba yo las etapas llanas del Tour, donde la concentración en mantener un esfuerzo constante era tan crucial como los ataques en la montaña.

En cuanto a predicciones, Pablo parece ser el favorito dada su habilidad en la escalada y un FTP impresionante, lo que le da ventaja en los tramos de mayor pendiente. Borja Pardo y Abel Rincón también son contendientes serios, con sus habilidades de rodadores fuertes que podrían dominar en los segmentos llanos y de sprint.

En resumen, esta carrera se decidirá en los detalles: la habilidad para manejar los cambios de ritmo, la estrategia de equipo y el conocimiento del recorrido serán tan decisivos como la fuerza y la resistencia. Como en aquel Tour del '95, cuando cada kilómetro podía ser tan épico como el último, en Queen's Highway, la gloria espera a aquellos que puedan combinar astucia, fuerza y un poco de suerte.